Responsabilidad afectiva ¿digital?

En la era digital en la que vivimos, en la que nuestra vida es a través de una pantalla se puede hablar de responsabilidad afectiva ¿en Internet?

La responsabilidad afectiva se refiere a considerar los sentimientos y emociones de los demás en cualquier acción que realicemos y que puedan afectarlos. En un entorno digital donde hablar de estas relaciones, nos referimos a situaciones ocasionales, efímeras y poco vinculantes, ¿hay lugar para la responsabilidad afectiva? En el espacio digital, las palabras y acciones pueden ser tan poderosas como en la realidad y afectar profundamente en las emociones de los usuarios. Olvidar que del otro lado de la pantalla hay seres humanos que merecen respeto y consideraciones, nos vuelve en robot del internet. 

Las aplicaciones de citas ofrecen un lugar para conocer gente nueva, pero también pueden provocar una pérdida de responsabilidad emocional. La naturaleza impersonal de las interacciones en línea puede llevar a una desconexión de los verdaderos sentimientos y emociones de la persona al otro lado de la pantalla. La falta de comunicación cara a cara nos facilita ignorar o minimizar el impacto emocional de nuestras acciones. La velocidad a la que evolucionan las interacciones en estas plataformas también puede generar superficialidad y falta de compromiso emocional.

La falta de responsabilidad emocional perpetúa conductas insensibles y manipuladoras. Generando un ciclo interminable de interacciones superficiales y tóxicas, normalizando la violencia y la insensibilidad. Dejando de lado la construcción de relaciones reales y confiables, que tanto hacen faltan en la humanidad. 

Para recuperar esta responsabilidad te recomendamos: 

  1. Practica la empatía, siempre recuerda que hay un ser humano detrás de la pantalla. Aplica la máxima, no hagas lo que a ti no te gustaría que te hicieran. 
  2. Sé honesto, desde el inicio expresa tus intenciones sobre la relación que estás entablando y para que la otra persona sepa si buscan lo mismo. 
  3. Pon límites y respeta los que se te pongan, como toda relación es una negociación y poner reglas es sano de ambos lados. 
  4. Respeta a la otra persona siempre, ya sea que las cosas no funcionen, o no era lo que buscabas siempre deja claro las razones de tu ausencia y que cortarás la comunicación. 

La responsabilidad afectiva no solo aplica para los adultos, enseñemos a nuestros hijos a tenerla en todos los ámbitos de su vida, construyamos una nueva generación de seres humanos responsables con las emociones de los demás. Mejores seres humanos hacen un mejor uso de las pantallas y crean un ecosistema digital más sano.  

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