Las redes sociales se han convertido en una nueva forma no solo para consumir contenido, también para vender absolutamente todo tipo de productos y dentro de esta lista entra el consumo del alcohol. Este medio de comunicación ha potenciado las adicciones químicas y no químicas entre sus usuarios, desde adicciones tecnológicas, adicciones a las compras hasta adicciones de consumo de sustancias.
Instagram es la red social más popular entre los más jóvenes, donde no solo comparten fotografías. El formato de “historias” permite que compartan pequeños momentos de sus días en los que sus seguidores pueden conocer lo que hacen en todo momento, pero ¿quién vigila este tipo de contenido? Historias donde se muestran desde usuarios comunes consumiendo alcohol, hasta influencers promocionandolos y marcando mostrando publicidad entre cada historia o video. El periodista español, Jesus Delgado Barroso asegura que las redes son como centros de conexión virtual que alimenta el narcisismo y la comunicación queda simplificada en los unos con los unos, es decir como un gran canal de recomendaciones sin recomendar.
Aunado al uso excesivo de las redes sociales y a la costumbre de compartir toda nuestra vida sin freno, tomamos el consumo del alcohol como un mecanismo de socialización, este fenómeno no es cuestionado a menos de que seas una persona que no suela consumir alcohol, generando que las generaciones más jóvenes lo tengan normalizado en su vida y por ende también dentro de su vida digital.
Según la catedrática de antropología e investigadora en la Universidad de Granada, Nuria Romo Avilés, la sociedad del alcoholismo es una consecuencia de la producción mediática y cultural que ha creado precisamente una completa necesidad por beber alcohol. El consumo de esta sustancia se presenta como una necesidad en los medios de comunicación. Por ello la gran importancia de regular el contenido de redes sociales, de esta manera podemos asegurar el contenido que consumen las generaciones más jóvenes y así una manera de evitar posibles adicciones.
Fuente: El correo
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