Es muy común que la mayoría de los padres de familia se atemorizan ante el reto del conocimiento digital, y esto, no tiene que ver con la capacidad de aprendizaje sino con la brecha generacional. Sin embargo, en la actualidad la tecnología ocupa una parte importante del desarrollo de nuestros hijos y nuestro desarrollo, la convivencia, la comunicación, el aprendizaje, el trabajo, etc. Muchas de nuestras actividades se relacionan ya con la tecnología.
Ser un líder digital no tiene que ver con gastar tiempo en exceso frente a pantallas conectados a redes o plataformas, más allá de eso debemos considerar que ser un líder digital se fundamenta poner su conocimiento y capacidades al servicio de los demás empezando por casa y a la mejora que este conocimiento pudiera brindar a la sociedad, además de que estas habilidades sirvan de motivación.
Claves para ser un líder digital
- Sentido de conexión: ayudar a nuestros hijos a entender el beneficio de conectarse con contenido y personas que sumen a su conocimiento, a su intelecto y que tengan cosas en común, como edad, gustos y aficiones e intereses.
- Aprender juntos: no todo lo sabemos y siempre podemos aprender sin importar la edad, resulta ser una gran fortaleza aprender de nuestros hijos lo que con facilidad ellos manejan dentro de la tecnología, generamos confianza, reconocimiento y abrimos un canal de comunicación reflexiva.
- Pensar de manera diferente: un líder destaca por su forma de pensar, por su creatividad e innovación, por mantener una actitud positiva y sobre todo por cuestionarse y cuestionar a los demás, todo lo anterior permite tomar las mejores decisiones y la habilidad de apoyar y ser guía para otros.
Seis tips para influir en los más pequeños
- Confianza y coherencia: crear un clima de comunicación sincera, comprensión y ser ejemplo de lo que se pide o espera de los menores.
- Presencia y conexión: escuchar con atención y no olvidar lo que nos dicen, sus actividades y aquellas cosas que son de su interés. Compartir momentos y aprendizajes sin prisas.
- Cuestionar: preguntarles sobre sus intereses y ayudarlos a que se cuestionen el por qué y para qué de lo que prefieren y deciden.
- Enseñar y animar: siempre queremos enseñar en positivo pero es conveniente enseñar que de los errores se aprende a mejorar.
- Reconocer logros: hacerles saber que sus aprendizajes y logros nos ayudan a aprender de ellos y que pueden influir en otros para ser mejores cada día
- Nuevos retos: atreverse a mejorar aunque tengamos fallas, aprender cada día algo nuevo y saber compartirlo con los demás
Fuente: Entrepreneur